De nuevo un compañero, empleado
de nuestro Ayuntamiento, ha tenido que soportar el trato injusto, agresivo,
amenazante...por parte de un miembro del cuerpo político.
El motivo: ninguno
justificable.
Ya está bien que los vaivenes
y/o desacuerdos políticos se manifiesten contra el empleado, que parece ser
el único que tiene claro cuál es estrictamente su función.
Alguien debería exigir una
disculpa hacia el empleado, y alguien debería reflexionar sobre su conducta.
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