No somos unos vagos

No somos unos vagos. Observamos con el mismo asco y la misma estupefacción que cualquier trabajador honesto la sucesión de noticias que como eslabones de una cadena nos llegan una tras otra.

Primero nos enteramos que debemos sacrificarnos para pagar un derroche del que no nos hemos beneficiado. Por citar algo que nos afecte directamente, perdimos nuestra paga extra (fundamental porque en efecto, trabajamos por dinero, para vivir), cuando muchos de nosotros, trabajadores de este Ayuntamiento de Utebo, somos mileuristas pelados. A la vez todas las cargas fiscales posibles nos afectan.

En compensación, nos exigen que trabajemos más días (5 moscosos menos) y más horas (aumento de jornada). Todos nos preguntamos cuál es beneficio que se obtiene, si no es que nos sintamos cada día menos merecedores de algo que muchos años de esfuerzo ha costado conseguir, y que en realidad fueron migajas que nos dieron para compensar el escaso salario.

Y ahora nos sentamos a ver el telediario (mejor si elegimos alguno independiente) o la prensa, y cada día es un escándalo más obsceno y repugnante que el anterior. Nunca crees que puede ser peor, hasta que llega implacable la Ley de Murphy, y te muestra que aún se puede ser más chorizo, más sinvergüenza, más mentiroso y más corrupto. Nos hablan de cuentas suizas, de blanqueo de dinero, de donaciones anónimas, de fundaciones que se enriquecen…..y todas esas noticias arrastran cifras que a algunos nos cuesta hasta imaginar escritas. Son miserables.

Esto es reflexionar sobre lo mismo que cada día comentamos. Por nuestra parte, resulta que somos “privilegiados” por tener empleo estable y trabajar en un ayuntamiento saneado, que, de momento, no tiene problemas para pagar las nóminas de sus empleados. (Esto NO es un privilegio: la estabilidad en el puesto es una garantía de la independencia del funcionario ante la posible arbitrariedad del político de turno; el cobro del salario es la consecuencia lógica y justa del trabajo ¿alguien necesita que le expliquen esto?)

A propósito de nuestra pérdida de días de libre disposición, y del aumento de jornada, estamos ante una posibilidad de ver si el partido que gobierna se queda solo en su esfuerzo por dividir y menospreciar al trabajador, o arrastra al resto de partidos que aprovechan la situación para dar un gran paso atrás en sus pactos y convenios.

Existen fórmulas para compensar horas, es posible valorar el trabajo más justamente, y es posible una mayor consideración hacia el trabajador.

El ORS espera con confianza que nuestras propuestas sean debidamente escuchadas en el marco de la negociación que en este sentido se está llevando a cabo con el equipo de gobierno. 

No somos unos vagos. Queremos trabajar, y que nuestro trabajo valga.