SIN MUCHA CONFIANZA

El equipo de gobierno sigue ignorando los diferentes escritos que a lo largo de este periodo de representación, y especialmente en los últimos meses, hemos ido presentando. Entre ellos se encuentran los relativos a asuntos pendientes a tratar en la comisión de seguimiento;

• la solicitud del abono de los 100€ establecidos en el proceso de negociación para los empleados que trabajaron en Nochebuena y Nochevieja
• la propuesta de reactivación de las aportaciones al plan de pensiones
• la propuesta del ORS relativa al mecanismo de sustitución en determinadas plazas
• la aplicación de la instrucción  del Gobierno de Aragón de diciembre de 2013 referente al catálogo de enfermedades
• la puesta en marcha del proceso de reclasificación de los policías locales
• asuntos referidos al Comité de Prevención
• etc…

El Comité de empresa y la Junta de personal son órganos electos, al igual que los propios gobernantes. La desconsideración e indiferencia mostrada hacia ambos órganos (el ORS en su conjunto) supone una falta de respeto a las propias normas democráticas. 

El descontento, la decepción y el hastío de los trabajadores de este Ayuntamiento llegan a niveles inaceptables, y tratamos de recoger todos los que nos hacéis llegar. Resulta difícil entender el motivo por el cual estamos a la cola de los municipios aragoneses en cuanto a mejoras y/o derechos laborales, y sin embargo a la cabeza en el trato despectivo. “El peor desprecio es no hacer aprecio”

A pesar del alto nivel de los servicios que ofrece el municipio a sus ciudadanos, de los que la propia corporación presume con orgullo, soportados éstos por los trabajadores municipales, el reconocimiento político es nulo.

Desde el ORS, y en los más de tres años que han transcurrido desde su constitución, se ha tratado de encauzar el diálogo de manera permanente, con la puerta abierta a la negociación y siempre ofreciendo propuestas a la misma. Por el contrario, y de manera sistemática, nos hemos encontrado con trabas para alcanzar acuerdos mínimos y razonables, así como una total ausencia de iniciativa y de propuestas por parte del equipo de gobierno.

Esperamos ya sin confianza la respuesta a numerosos escritos o solicitudes relativos a diferentes asuntos que hemos ido presentando, de los cuales no hemos obtenido respuesta ni tan siquiera de manera informal. 

En este punto la calificación de lo expuesto es desprecio: Desprecio el que se muestra hacia los problemas, necesidades o reivindicaciones de los empleados, y desprecio hacia el órgano de Representación Sindical, elegido por todos y constituido al amparo de la misma Constitución. 

A dos meses de las elecciones municipales, y pocos más de las sindicales, y con una RPT en proceso de elaboración y un Pacto-Convenio sin acuerdo final, queremos confiar en que este gobierno de izquierdas tenga en la consideración debida a sus empleados y sus representantes.